Ideas y Estilos

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7 Reglas de oro del diseño de interiores

  • 01/08/2018


Cuando estamos en casa o invitamos amigos, queremos que el entorno sea acogedor y que alegre la vista. Y también para que nuestras visitas se queden con la boca abierta diciendo: "¡Wow! ¡Tu casa es increíble!". Para ello, no es necesario invitar a un diseñador, porque conociendo las reglas básicas tú mismo puedes crear un interior bonito, acogedor y con estilo.


1. Define cuál es el propósito de la habitación




Lo primero que debes determinar es cuál es el destino de la habitación en cuestión. Ninguna remodelación costosa o muebles harán tu vivienda acogedora y cómoda para vivir si su diseño está mal pensado. Debes empezar con lo siguiente:


·         Toma en cuenta tu estilo de vida, las costumbres de la familia, su itinerario y actividades.


·         Nombra y anota los espacios que necesitas. A veces un ligero cambio en el plano de la vivienda puede agregarte, por ejemplo, un guardarropas o un estudio.


·         Piensa qué zonas puedes combinar (cocina/comedor, dormitorio/guardarropa, etc.).


·         Dibuja un plano de la habitación y ubica allí los muebles para encontrar la mejor opción.



2. Piensa en el ambiente que quieres crear




Antes de empezar a diseñar tu hogar, piensa qué ambiente quieres crear en ese espacio y cómo te gustaría sentirte allí: relajado o lleno de energía. Es muy importante tener en cuenta si ese espacio será solo para ti o también quieres impresionar a tus invitados.


·         Piensa en una gama de colores: tranquila o colorida.


·         ¿Qué materiales y texturas usarás: cálidas y naturales o, al contrario, artificiales y superficies lisas?


·         Utiliza el contraste de tamaños, es decir, varía objetos grandes y pequeños. Esto ayudará a evitar la monotonía y crear un efecto estimulante. Lo importante es que algo debe unir todos los objetos (forma, color, factura, etc.).



3. La simetría y el equilibrio para la armonía




Si tienes un espacio asimétrico, tienes dos opciones para hacerlo lucir armonioso: intentar crear una falsa sensación de simetría o acentuar sus peculiaridades.


·         Busca un punto focal en la habitación (por ejemplo, una chimenea, una pintura, una ventana) y crea un interior simétrico alrededor de él.


·         Utiliza líneas verticales, esto hará que el espacio luzca más alto.


·         Agrega algún acento: es decir, primero crea simetría y luego arruínala ligeramente.



4. Color y textura siempre juntos




Debes analizarlos en conjunto porque una cosa influye en la percepción de la otra.


·         Los colores fríos son buenos para las cálidas zonas costeras. A cambio, en una ciudad norteña lucirían demasiado melancólicos.


·         Los colores cálidos crearán la sensación de que la habitación es un par de grados más calurosa de lo que es en realidad.


·         Los colores vivos son inadecuados para el dormitorio. Es mejor utilizarlos en los espacios en donde no pasas mucho tiempo.


·         Si utilizas un color predominante en tu interior, es importante variar la textura para evitar la monotonía.



5. La iluminación es la parte más sensual del diseño de interiores